Por Gustavo Aramburu
El subsecretario de Derechos Humanos, Rodolfo Mattarollo, calificó al juicio por "masacre de Trelew", como "el más importante después del juicio a las Juntas Militares". Realmente que se haga justicia después de 36 años, es algo valorable e importante para la lucha contra la impunidad, pero estas declaraciones parecen encuadrarse en una estrategia oficial de exhibir la política de derechos humanos actual como única e inigualable, desmereciendo en absoluto la política de derechos humanos y lucha contra la impunidad que el gobierno de Alfonsin llevo a cabo desde el primer día de gestión.
Una cosa fue sentar en el banquillo de los acusados- cosa que el Peronismo con Luder no iba a hacer – a los genocidas en los primeros años de nuestra frágil democracia, y otra es perseguir judicialmente con total justicia pero sin peligro alguno a octogenarios a los que solo un grupúsculo de defensores del proceso militar atinan a defender.
La masacre de Trelew y muchos de sus históricos ingredientes permitan repensar nuestro pasado reciente:
1.- Sin lugar a dudas el CAPITAN SOSA fue un fiel y primigenio ejecutor de practicas terribles que la ARMADA ejecutaría años después. Merecido es que a el y a quienes lo acompañaron les caiga el peso de la ley.
2.- La intima vinculación que el peronismo tuvo con la violencia política de esos años, y que solo un sesentismo infantil carente de autocrítica puede desconocer.
O nadie se acuerda del tristemente célebre comisario Alberto Villar -luego jefe de policía de Perón y uno de los mentores de Ia Triple A- que irrumpió con tanquetas en Ia sede del Partido Justicialista donde se velaban los cadáveres de tres de los asesinados.
Villar, Osinde, Ezeiza, la Triple A , estas joyitas que nadie asume como propias. Fueron estas organizaciones parapoliciales delictivas las que atentaron contra Hipólito Solari Yrigoyen, y quienes después colaboraron con la represión ilegal que se llevo la vida de alguien que tuvo que ver con los hechos de Trelew, actuando humanitariamente y como defensor de la integridad de las futuras victimas MARIO ABEL AMAYA.
3.- El Ministro del Interior del gobierno de LANUSSE, a diferencia del Brigadier Ezequiel MARTINEZ no tuvo oportunidad de defensa o descargo, al Dr. Arturo Mor Roig, lo ultimaron por la espalda el 15 de julio de 1974 en un cruel y cobarde atentado perpetrado por la organización terrorista Montoneros.
Un comando de dicha agrupación lo sorprendió almorzando en un sencillo restaurante de San Justo, ya que a diferencia de la nueva clase política, desde su regreso al llano se ganaba la vida como abogado de una fabrica de la zona y escribiendo notas en el diario EL DIA de LA PLATA.
Es loable que décadas después llegue la justicia, es tan necesaria en nuestro país, como la memoria, la verdad y fundamentalmente la autocrítica de quienes actuaron en aquellos años de plomo.
ALEJANDRO CARBÓ
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Alejandro Carbó Ortiz nació en Paraná el 16 de abril de 1862 y murió en
Córdoba el 1º de julio de 1930. Se destacó como docente y legislador. Tres
de s...
Hace 6 días
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