Políticas erradas para el campo

En el conflicto que enfrenta hoy al Gobierno con los productores agrarios se suman varios factores censurables: desde un excesivo sistema de retenciones hasta la acción de fuerzas de choque que funcionan como verdaderas armas antidemocráticas.

Por Raúl Alfonsín. EX PRESIDENTE DE LA NACION

Del problema entre el Gobierno y el campo, extraigo las siguientes conclusiones: « Las ganancias abusivas debidas a registros falsos de soja, así como las obtenidas por los exportaciones de trigo que se producen por encima del consumo local, suman una cifra igual o mayor a la recaudación que se pretende con el aumento de la retención a la soja. « En la protesta tienen una participación ampliamente mayoritaria los pequeños productores, que incluso han rebasado a las propias dirigencias, que han recomendado que la presencia en las rutas no signifique un corte total del tránsito. « El nuevo esquema de retenciones conlleva un sistema de precios máximos implícitos que lleva al absurdo: por ejemplo, si el precio de la soja superara los 600 dólares la tonelada, se llegaría a una retención máxima marginal del 95 %. Conviene saber que este sistema de precios máximos implícitos abarcaría también el girasol, trigo y maíz, además de sus subproductos. « Como lo sostiene un informe de Econométrica, indirectamente el Estado es socio de toda actividad productiva, pero si se imponen retenciones con precios máximos se convierte de socio en dueño y el productor pasa a ser empleado del Estado. « Falta diálogo en el país. El diálogo es una condición de la República. Sin embargo, no se lo mantiene con la oposición, que no desea el fracaso del Gobierno, sino tampoco con sectores empresarios o sindicales que no sean afines con el Gobierno. En este caso, el diálogo es imprescindible para el propio prestigio del Gobierno. No se puede volver al esquema amigo o enemigo. El país sufrió mucho por antinomias de ese tipo, que desgarraron durante años la sociedad argentina. « Desde hace tiempo, el sector ganadero y el lechero vienen sufriendo los efectos de políticas erróneas para frenar la inflación, que en realidad atentan contra la producción, y que en el caso de la leche puede llevar a la necesidad de importar. « Siempre me he manifestado en contra de los cortes de rutas o del tránsito en las ciudades, pero el Gobierno los ha tolerado -caso de los piqueteros, que incluso con pasamontañas producían distintos daños- o alentado, como en Gualeguaychú. Esa tolerancia ha derivado en diversas imitaciones que se han debido sufrir. « Quiero resaltar un tema sumamente peligroso para el ejercicio de los derechos que otorga la democracia, históricamente reconocido como un arma dictatorial. Me refiero al uso de" fuerzas de choque". Ya habíamos observado, en el sonado caso de "la valija", a piqueteros "escrachando" la Embajada de Estados Unidos y posteriormente la Sociedad Rural, pero en el caso de la noche del martes se advirtió, luego del retiro de las fuerzas policiales que vigilaban una manifestación pacífica, el enfrentamiento producido por grupos piqueteros, que actuaron como verdaderas fuerzas de choque e hicieron recordar tristes episodios que sufrió la humanidad. « Seguramente hay quienes piensan en el Gobierno en un acto "reivindicatorio". Sin duda, le será muy fácil llenar la Plaza de Mayo. Pero seguramente habrá también en el Gobierno quienes piensan en lo difícil que será superar enfrentamientos que conducen a negativas irreductibles, fuentes de todos los desvíos antidemocráticos de la Argentina.

Fuente: Clarín