viernes, 10 de julio de 2009

LOS CIUDADANOS TENEMOS DERECHO AL TRANSPORTE PÚBLICO

Por José Antonio Artusi
En Concepción del Uruguay se vive una situación realmente llamativa: miles de vecinos viven en barrios alejados del centro de la ciudad, privados de un sistema de transporte público que les permita trasladarse diariamente para satisfacer sus necesidades. Todos los uruguayenses ven cómo las calles de la ciudad son el escenario de un tránsito caótico y peligroso, con una alarmante cantidad de accidentes. La administración municipal no sólo no atina a solucionar el problema, sino que prácticamente lo ignora.

Por qué se genera esta situación ? Confluyen varios factores:
1.- La falta de planificación del uso del suelo y la carencia absoluta de una política de vivienda por parte del municipio desde hace décadas: esto originó un proceso de expansión caótica de la trama urbana, con barrios cada vez más alejados y segregados.
2.- La falta de una política de descentralización de las estructuras administrativas y de promoción de nuevas centralidades comerciales. Para casi todo - trámites ante organismos públicos, educación, compras, recreación, etc. - hace falta acceder al área céntrica.
3.- La improvisación más absoluta en materia de transporte público. No existen antecedentes en el mundo de sistemas de transporte público exitosos que no hayan sido minuciosamente planificados.
Cuáles podrían ser las soluciones ? Esbozo algunas ideas preliminares, sólo como un aporte al debate:
1.- Planificar la gestión del uso del suelo; detener o al menos ordenar el proceso de expansión urbana,y tener una verdadera política de vivienda social, con instrumentos tales como bancos de tierra y otros que han sido útiles en otras ciudades, para evitar que la única alternativa sean barrios del IAPV mal localizados, cada vez más alejados, y que fomentan la segregación residencial.
2.- Poner en marcha un proceso de descentralización y de promoción de nuevas centralidades administrativas y comerciales. De este modo se podría evitar que todos tengan que ir para todo al micro-centro.
3.- Tener un plan, coherente con los puntos anteriores, de transporte público. Podría pensarse en un esquema mixto, en el que una empresa municipal diseña y regula el sistema, y subsidia la demanda (por ejemplo entregando bonos para estudiantes, jubilados, trabajadores, etc.); y empresas privadas operan las distintas líneas, a las que acceden por licitación, con determinados requisitos de calidad del servicio (estado de las unidades, frecuencias, etc.). Los dos puntos anteriores requieren mucho tiempo para ver resultados. Este último es el que más rápidamente podría brindar alguna solución concreta; aunque en el largo plazo todos debieran formar parte de un plan integral de desarrollo.
Un buen sistema de transporte público genera múltiples ventajas; ahorra tiempo y recursos, disminuye la contaminación ambiental, descongestiona las calles, libera espacio público para los peatones, disminuye los accidentes de tránsito; en fin, contribuye a generar ciudades más vivibles, con mejor calidad de vida para todos sus ciudadanos y visitantes (no sólo para los usuarios del sistema).
No se trata de un problema de falta de recursos ni de falta de tecnologías. Eso, en Concepción del Uruguay, sobra. Se trata de un problema de voluntad política. El primer paso para solucionar este problema, como para todos, es querer. Y para eso, hace falta reconocer que existe. Los ciudadanos de Concepción del Uruguay tenemos derecho al transporte público. Exijámoslo.-

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