domingo, 13 de diciembre de 2009

Dónde “nada el pájaro y vuela el pez…”

Por José Antonio Artusi
El 16 de Abril de 2001, el diario La Nación publicó un breve pero esclarecedor artículo de Mario Bunge, titulado “La idea de proyecto nacional”, que debería estar en el escritorio de todo gobernante. El artículo finaliza con una aseveración contundente y con una pregunta inquietante: “Quien no planifica es víctima de algún planificador. Si esto se sabe en países tan diferentes como Luxemburgo y Canadá, ¿llegará a saberse en la Argentina ?” Nosotros podríamos agregar “¿llegará a saberse en Concepción del Uruguay?”.


El interrogante surge a propósito del análisis del interés manifestado por parte de dos empresas para realizar, bajo la modalidad de “Iniciativa Privada”, un “desarrollo turístico comercial”, que comprende:
- El traslado de la Terminal de ómnibus, mediante la construcción de una nueva en un predio situado sobre el acceso de tránsito pesado.
- La construcción, en el predio de la actual Terminal y el ex hotel Francisco Ramírez, de un complejo comercial y un apart hotel de 4 estrelllas.
- La “puesta en valor” del Mercado 3 de Febrero, transformándolo en un centro comercial, de espectáculos, y sala de juegos de azar.
Los empresarios pretenden que se convoque a licitación pública bajo el régimen de iniciativa privada y, de imponerse, que se les otorgue la propiedad del inmueble de la actual Terminal y la concesión de la explotación del complejo ubicado en el Mercado 3 de Febrero por 50 años.
La iniciativa, contrariando toda lógica y prudencia, fue presentada en un espectacular show en el Auditorio Carlos María Scelzi, aún antes de que los concejales tomen conocimiento, con la presencia y el aval del Presidente Municipal, el Vice Gobernador y el Gobernador de la provincia.
Posteriormente, uno de los empresarios asistió a una sesión del Concejo Deliberante en comisión, en la que dejó más dudas que certezas.
En primer lugar, debemos alertar a la ciudadanía acerca de la absoluta inconveniencia del mecanismo de “iniciativa privada” para definir grandes decisiones que afectan de manera gravitante el desarrollo urbano de la ciudad, como en el caso que nos ocupa. El mecanismo de “iniciativa privada”, regulado por la Ordenanza 4217, remite a la ley provincial 8291, de 1989, que adhiere a su vez a la ley nacional 23.696, eufemísticamente denominada de “reforma del Estado”, cuando debió haberse llamado de “desgüace y de entrega del Estado”; obra intelectual del entonces Ministro Dromi, en el inicio de la década menemista. Nada bueno puede esperarse de todas esas normas, y la ordenanza 4217 debería ser derogada si queremos evitar problemas mayores en el futuro. La Unión Cívica Radical, conciente de estos peligros y en defensa de los intereses de los uruguayenses, así lo propuso en su última plataforma electoral.
La denominada “iniciativa privada” consiste en la identificación por parte de algún empresario de alguna oportunidad de negocios con bienes públicos, en la declaración de interés público por el municipio, y en la posterior convocatoria a licitación pública para la concesión respectiva, en la que el iniciador tiene ciertas ventajas. Se trata de un mecanismo intrínsecamente tramposo, por cuanto ningún empresario va a dejar de presentar su iniciativa de modo tal de tener ventajas abrumadoras con respecto a posibles competidores en la licitación pública. En este caso se agrega el escandaloso apoyo político-institucional evidenciado por la presencia de las máximas autoridades locales y provinciales en el show de presentación.
Pero además, la “iniciativa privada” tiene un problema insoluble como mecanismo de toma de decisiones en grandes obras de urbanismo, que queda reflejado en el certero título de un documento difundido recientemente por la Unión Cívica Radical de Concepción del Uruguay: “el mundo del revés”. En efecto, en las ciudades que planifican seriamente su desarrollo urbano – y que por ende no son víctimas de otros planificadores – las grandes decisiones acerca de las localizaciones y los usos a asignar a los edificios públicos se toman en el marco de escenarios de planificación estratégica, con la participación activa de todos los actores sociales, y con rigurosos estándares técnicos, que sopesan adecuadamente los pros y los contras de cada alternativa, priorizando siempre la defensa del interés público. Es obvio que las empresas privadas, que no tienen por misión otra cosa que maximizar sus ganancias, y no la defensa de los intereses del conjunto, no pueden ser quienes decidan acerca de cuestiones tan trascendentes para el futuro de la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes tales como la localización de la Terminal , el destino del actual predio de la terminal, y el destino del Mercado 3 de Febrero. En tal caso, estaríamos en el mundo del revés, donde nada el pájaro y vuela el pez…
De todos modos, corresponde también analizar algunos aspectos específicos de la propuesta, para desentrañar los peligros adicionales que de ella se derivan.
- La localización de la Terminal : se pretende hacer creer a los uruguayenses que la actual localización de la Terminal es inadecuada. Quién lo dice? Qué estudio técnico lo convalida? Sólo se esgrimen argumentos endebles y sin mayor fundamento, que algunos repiten como loros y que se pretende que todos aceptemos como verdad revelada. Pero la realidad indica que no existen razones valederas que aconsejen el traslado de la actual Terminal. El arquitecto Estaban Agüero ha mostrado con claridad en un artículo las ventajas de mantener una localización céntrica como la actual, y los inconvenientes que se derivarían de un eventual traslado a un lugar más alejado, sobre la base de la experiencia comparada de otras ciudades entrerrianas y argentinas. Pero quizás más importante: quién debe decidir sobre esta cuestión: un par de empresas foráneas interesadas en hacer negocios con bienes públicos, o los uruguayenses en el marco de un proceso serio de planificación del desarrollo de la ciudad?
- El destino del ex hotel Francisco Ramírez: sobre esta cuestión surgen muchísimas dudas. Es razonable pensar en esa localización para un complejo comercial y hotelero de categoría? Es sensato pensar en un eje turístico entre dos polos formados por el centro de la ciudad y el predio de la actual Terminal? Si se piensa en la eventual permanencia de la Terminal en su actual localización, podría en cambio plantearse destinar el edificio del viejo hotel, hoy convertido en un hotel de palomas, ratas y cucarachas por obra de la actual y anteriores gestiones, a la concreción de un centro administrativo para oficinas municipales y provinciales, lo que podría contribuir a la descongestión del micro-centro de la ciudad, hoy con graves problemas de estacionamiento y de tránsito.
- El destino del Mercado 3 de Febrero: también aquí aparecen numerosos interrogantes. Qué sentido tiene un centro de espectáculos en un complejo que no tiene estacionamiento? Es razonable pensar en un “casino electrónico” privado, a escasas cuadras del casino estatal? Ya nos hemos referido a los peligros de la privatización del juego en otro artículo, por lo que no abundaremos sobre esa cuestión; pero su posibilidad es un punto que no puede ignorarse a la hora de evaluar esta “iniciativa privada”. Es necesario vincular indefectiblemente la realización de un centro comercial en este edificio a la entrega de la propiedad del inmueble de la Terminal ? También aquí podrían plantearse programas de necesidades más convenientes, adecuados a la idiosincrasia de los uruguayenses y a la defensa de sus intereses, en el marco de un verdadero proceso de desarrollo local, es decir endógeno, y no impuesto como espejitos de colores desde afuera.
Hacia una propuesta alternativa
Si bien la iniciativa analizada tiene tantas contraindicaciones y genera tantas dudas, no es menos cierto que la ciudad necesita una Terminal en condiciones razonables y que no de la deplorable imagen de la actual. Es verdad también que urge encontrar un destino razonable al edificio del ex hotel, para que deje de ser sólo un albergue para alimañas. Es verdad que podría sacarse mejor provecho al Mercado 3 de Febrero y es verdad que el desarrollo turístico de la ciudad necesita un emprendimiento hotelero de categoría. Pero para avanzar razonablemente hacia el logro de estos objetivos, debemos replantearnos con mucha fuerza dónde estamos y hacia dónde queremos ir, confiando en nuestras propias fuerzas y no dejando que nos vendan ilusiones dictadas por intereses que no son los nuestros. Un mínimo de lucidez y dignidad así lo exige. Es por eso imprescindible que comience a gestarse un esbozo de propuesta alternativa, sin dueño, o mejor dicho del que todos los uruguayenses seamos dueños. Aporto al debate que debe surgir para elaborar esa propuesta las siguientes ideas:
- Retomar el camino de la planificación participativa del desarrollo de la ciudad
En el mensaje de apertura de sesiones ordinarias 2009, el Presidente del Departamento Ejecutivo Municipal expresó que desde la Subsecretaría de Planeamiento “se solicitó a las distintas áreas municipales el aporte de sugerencias para la elaboración del Nuevo Plan Estratégico de Concepción del Uruguay, elaborando un informe base para dar comienzo a un trabajo mancomunado localmente y con respaldo de la Secretaría de Planificación de la Provincia ". A su vez, el Secretario de Planeamiento de la provincia ha manifestado en declaraciones públicas, en alusión al autor de este artículo que “solamente desde la ignorancia se puede argumentar que no existe una acción de planeamiento urbano en Concepción del Uruguay. Desde hace ya más de dos meses un equipo multidisciplinario financiado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI) está realizando la puesta al día del plan estratégico urbano”. Efectivamente, he argumentado desde la ignorancia, porque desconocía hasta ese momento, como lo desconoce prácticamente la totalidad de los uruguayenses, que se había puesto en marcha un proceso de planificación. De todos modos, si así fuera, lo están haciendo de la peor manera posible, casi en secreto, y sin el menor atisbo de participación ciudadana. Mi ignorancia habla peor de los responsables de esa supuesta planificación que de mí.
Urge rescatar en serio la notable tradición uruguayense en materia de planificación y convocar a todos los sectores sin exclusiones a debatir con grandeza el futuro de la ciudad. En ese escenario, no se puede desechar el camino ya recorrido por anteriores instancias de planificación. Una de ellas fue el Plan Estratégico de Concepción del Uruguay, elaborado con la coordinación del arquitecto Alfredo Garay durante la gestión de Luis Enrique Bermúdez. El Eje de Diagnóstico número 4 de dicho plan, referido a la estructura urbana, señala que “la ciudad carece de una directiva clara, capaz de persuadir a la sociedad de la conveniencia y oportunidad de invertir coordinadamente recursos en la ciudad, en el marco de una regulación que permita estructurar la ciudad correctamente, poniendo en valor el patrimonio construido y abriendo nuevos espacios para la construcción de la modernidad”. A este Eje de Diagnóstico se le contraponía un Eje Estratégico, consistente en “implementar un plan urbanístico para la ciudad de Concepción del Uruguay”. Uno de los problemas detectados en este deje de diagnóstico era que “existen dificultades para identificar grandes espacios donde intervenir con nuevos programas y proyectos que superen la escala parcelaria para asumir una verdadera escala urbana”. Frente a este problema se proponía una línea de acción, identificada como “grandes intervenciones de urbanismo (obras públicas y privadas)”. Dos de los puntos de esta línea de acción consistían en el llamado a concurso nacional de ideas para la refuncionalización del área del viejo hospital y el llamado a concurso de proyecto para la remodelación del Mercado Municipal.
- Definir la localización de la Terminal : en el marco de un programa de ordenamiento del tránsito y el transporte. Adelanto mi opinión favorable a mantener la actual localización, por su centralidad y su vinculación con vías jerarquizadas de penetración.
- Definir el uso a asignar al edificio del ex hotel de la Terminal : deben evaluarse detenidamente las diferentes alternativas posibles, sopesando sus ventajas y desventajas. Una alternativa podría ser destinar el edificio a albergar un centro administrativo para oficinas públicas provinciales y municipales. Esta iniciativa permitiría iniciar un proceso de descentralización de la burocracia municipal, acercando los trámites al vecino, y a su vez descongestionar el área del micro centro.
- Definir el destino del Mercado 3 de Febrero: con las mismas consignas que en el caso anterior. Una alternativa podría ser configurar un centro comercial y cultural jerarquizado, descartando cualquier tipo de salas de juegos de azar.
- Definir la localización de un complejo turístico y hotelero: una alternativa posible podría ser parte del predio del viejo hospital. Esta localización tiene muchas ventajas con respecto a la de la Terminal. En principio, parece ilógico plantear un eje turístico en sentido Este Oeste, entre de dos polos como podrían ser el centro de la ciudad con el complejo del mercado y el predio de la actual Terminal. Las vías que comunican estos polos carecen de atractivos paisajísticos e históricos y no son canales aptos para el tránsito peatonal. Parece mucho más atinado plantear un eje turístico y por ende comercial en sentido Norte Sur, entre dos polos que podrían ser el Balneario Itapé y la Defensa Sur (y el día de mañana quizás una costanera que llegue hasta frente a Santa Cándida) y el Parque de la Ciudad y el terreno del viejo autódromo al Norte, pasando por el centro de la ciudad y el predio del viejo hospital. Este eje Norte Sur sí tiene atractivos naturales y concentra la mayor parte del patrimonio histórico de la ciudad. Un complejo hotelero y gastronómico en el predio del viejo hospital podría revitalizar toda esa zona, de enorme valor paisajístico, y podría dotar a la ciudad de equipamiento del que carece para promocionar el turismo de eventos todo el año, por ejemplo con un centro de convenciones, anfiteatro para espectáculos al aire libre, etc.
- Definir los programas de necesidades y las pautas urbanísticas de las intervenciones: priorizando los verdaderos intereses de los uruguayenses y alentando un urbanismo integrador y abierto, democrático e inclusivo, que jerarquice y rescate el espacio público como ámbito de encuentro y socialización, en resguardo del derecho a la ciudad para todos sus habitantes.
- Convocar a concursos nacionales de proyectos para seleccionar las mejores alternativas de diseño: sobre las bases de los programas de necesidades y las pautas urbanísticas definidas previamente. Puede utilizarse a este efecto un convenio suscripto con el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Entre Ríos.
- Convocar a licitación pública para otorgar las concesiones correspondientes: sobre la base de los proyectos seleccionados por concurso, garantizando la competencia y la transparencia del proceso y desechando en todos los casos la transferencia de la propiedad del suelo público.
Uruguayenses, tengamos un poco de dignidad y de respeto por nuestra propia historia. Defendamos lo nuestro. No seamos víctimas de planes ajenos. Tengamos nuestros propios planes. Y llevémoslos a la práctica.


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