Por José Antonio Artusi / Si hay algo que queda claro luego de la jornada del Domingo 9 de Agosto es que el sistema electoral vigente es obsoleto, irracional, se presta a trampas e irregularidades de todo tipo, y genera dificultades que podrían evitarse. "No va más". Pocas veces como en esta oportunidad quedó tan claramente de manifiesto. Lo sufrieron sobre todo las autoridades de mesa y los fiscales, pero también los electores que debieron soportar largas colas. De todos modos el principal daño lo ha recibido la transparencia y la limpieza del comicio, manchada por inconsistencias de todo tipo, que quedaron evidenciadas más que antes al publicarse los telegramas.
La boleta sábana de papel impresa por cada partido debe sustituirse por un sistema mucho más ágil y transparente, que facilite la autonomía del elector al sufragar y asegure la pureza del resultado de las elecciones. Muchos reclaman hoy, incluso en plataformas digitales para suscribir petitorios, que se implemente el voto electrónico. De todos modos, me permito sostener que la única forma de cambiar en serio, la única vía efectiva para producir las transformaciones que se requieren, la única manera de lograr una profunda reforma política, es hacerlo a través del voto, votando a quienes lo hemos propuesto antes y lo volveremos a proponer, y lo implantaremos si somos gobierno, o sea a Cambiemos. Al partido de gobierno no le interesa cambiar, las pruebas están a la vista, han tenido sobradas mayorías en ambas cámaras legislativas en los dos últimos períodos y no han hecho nada en ese sentido. Este sistema tramposo les conviene para perpetuarse en el poder. Como usan los recursos del Estado como si fueran del partido oficialista no tienen problemas en imprimir la cantidad de boletas que quieran, como "invitan" a empleados públicos a ser fiscales no les hacen falta en ninguna mesa, siempre tienen a mano el recurso del robo de boletas, etc.. De modo tal que reclamar un cambio y votar más de lo mismo esperando que ellos cambien es contradictorio, y hasta ingenuo.
Una profunda reforma política amerita un debate meditado y una consulta muy amplia y participativa, pero me permito de todos modos adelantar algunos puntos como un aporte a la discusión:
- Boleta única electrónica: un sistema que combine las ventajas de la rapidez de los dispositivos electrónicos con la garantía del respaldo de la boleta única en papel. La boleta única ya se implementa en Santa Fe y Córdoba y la boleta única electrónica en la Ciudad de Buenos Aires, con resultados alentadores. Un cambio de este tipo implica varias ventajas: igualdad de condiciones para todos los partido, que ya no están obligados a imprimir sus propias boletas, se evita el faltante y el robo de boletas en el cuarto oscuro, se agiliza el sufragio y el escrutinio provisorio, etc.
- Separación de las elecciones nacionales de las provinciales: separar en el tiempo las elecciones de cargos nacionales y las de cargos provinciales y municipales tiene la ventaja de permitir al ciudadano una reflexión más serena y profunda acerca de las opciones que encuentra en el cuarto oscuro. Votar una boleta de 9 cuerpos, desde concejales hasta Presidente, no tiene demasiado sentido y deja poco margen para que cada decisión por cuerpo se tome con al menos un mínimo conocimiento de las opciones disponibles.
- Actas y telegramas impresos: vinculado a los dispositivos electrónicos, debería existir un mecanismo para imprimir en el escrutinio provisorio de la mesa el telegrama y las actas para cada fiscal, de modo tal de garantizar que sean exactamente iguales y que no haya errores de interpretación. Por lo general, tanto en los telegramas como en las actas, existen infinidad de errores, la mayoría involuntarios, aunque el sistema se preste a picardías: cuadros vacíos, dígitos poco claros, errores al computar el voto en blanco, etc..
- Escrutinio definitivo filmado y transmitido on line por internet.
- Reglamentación de la publicidad electoral: ha sido un avance el prohibir la compra de espacios en medios audiovisuales y reemplazarlos por los espacios cedidos por el Estado, pero esta regulación debe avanzar hacia otro tipo de medios e internet, para todas las categorías.
- Reglamentación de la publicidad oficial: está prevista en la Constitución Provincial, pero el gobierno - obviamente - se hace el distraído y se niega a reglamentarla. Es harto evidente que el oficialismo usa de manera grosera y escandalosa la pauta oficial para condicionar la conducta de medios y periodistas. Debería directamente prohibirse la publicidad oficial en medios un tiempo razonable antes de los comicios.
- "Cuentas claras" en la administración pública: este punto excede obviamente la cuestión electoral, pero es un aspecto central de la reforma política que propugnamos. Cada erogación del sector público debe estar previamente publicada en internet para ser efectivizada, dando detalles de los motivos y los beneficiarios del gasto. Las licitaciones públicas, como ya lo hemos propuesto, deben incluir una exhaustiva especificación de la estructura de costos que da origen a la oferta presentada.
- Fortalecimiento de los partidos políticos, incluyendo financiación pública de sus actividades, así como auditorías estrictas de sus ingresos y egresos.
El Domingo me tocó ser fiscal general en la Escuela nº 20 Padre Rolando de Concepción del Uruguay. A los fiscales de Cambiemos ya les agradecí personalmente, pero hago extensivo el agradecimiento a los fiscales de las demás fuerzas y a las autoridades de mesa. Entre todos, más allá de algunas pequeñas discusiones, pusieron lo mejor de sí e hicieron un meritorio esfuerzo para cumplir su misión y vivir una jornada democrática. Ojalá el 25 de Octubre votemos por última vez con este sistema caduco y peligroso.
Hace falta una profunda y genuina reforma política en Entre Ríos, para mejorar esta democracia renga que tenemos. Para lograrlo, es necesario cambiar. En Octubre, cambiemos.-
José Antonio Artusi es candidato a Diputado Provincial de Cambiemos y Presidente del Comité Departamental Uruguay de la UCR.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario