Las víctimas de la intolerancia y la historia como propaganda

Por Ramiro Pereira

En cadena nacional, mientras el país estaba en vilo tras 98 días de unconflicto que ya había dejado de ser sólo el "conflicto del campo", lapresidente de la Nación realizó un homenaje a los caídos en el intento degolpe de estado al gobierno de Juan Domingo Perón el 16 de junio de 1955.Lamentablemente, el homenaje a los muertos en aquel absurdo bombardeo estáinscripto en el marco de la sistemática tergiversación y apropiación de lahistoria, cuya muestra mas visible quizás sea la imagen distorsionada deuna mujer de fines de los '40 -Eva Duarte de Perón, Evita para el puebloperonista- convertida en una muchacha de los '70.El mejor homenaje a las víctimas -a todas las víctimas- es reconocer lacomplejidad de los procesos históricos... como lo hiciera con inteligenciay honestidad constructiva Antonio Cafiero en la convención que reformó laConstitución Nacional en 1994, cuando reconoció el carácter autoritariodel régimen peronista "..si lo matamos a Ingalinella..".Balbín y Perón ya se abrazaron. Balbín despidió los restos del presidentePerón en el Congreso de la Nación. La memoria como propaganda políticaparcial no puede ser nunca un buen homenaje a las víctimas de laintolerancia, ni útil para que nuestro país construya, sobre los fracasosdel pasado, un porvenir con solidaridad, igualdad y libertad.

Ramiro Pereira
Vicepresidente 2º del Comité Nacional de la Juventud Radical