domingo, 10 de mayo de 2009

LA PRIVATIZACIÓN DE YPF

BREVE RESUMEN DE LA SANCIÓN DE LA LEY Nº 24.145 DE “PRIVATIZACIÓN DE YPF Y FEDERALIZACIÓN DEL SUBSUELO”
Regalías mal liquidadas:

El importe aproximado de U$S 500 millones que Santa Cruz percibió del Poder Ejecutivo Nacional al momento de sancionarse la Ley de Privatización de YPF y Provincialización del Subsuelo, no se debe a regalías hidrocarburíferas mal liquidadas. En esos momentos las regalías eran liquidadas por la Secretaría de Energía de la Nación y en su casi totalidad se originaban en las operaciones de YPF, todavía estatal; además siempre fueron motivo de discusión entre la Nación y las provincias, pero estos pleitos fueron saldados por la Suprema Corte a favor de las liquidaciones realizadas. Y este es el caso que nos ocupa, pues una cosa es un reclamo y otra ser acreedor indiscutido.
Fue un pago convenido entre Menem y Kirchner en represtación de las provincias productoras de hidrocarburos, plasmado en el Pacto Fiscal Federal, donde se establecía que ese importe se haría efectivo solamente si se sancionaba la Ley de Privatización de YPF; si no era aprobada no habría pago alguno, con lo que se desvirtúa el “cuento” de las regalías mal liquidadas, que fue sólo una excusa.
La sanción de la Ley nº 24.145 :
En 1992 la política y privatizadora aplicada por Carlos Menem se encaminaba a la sanción de una ley que permitiera la privatización de Y.P.F., la mayor empresa del país y una de las más reconocidas mundialmente; su modelo de petrolera estatal, nacido de las gestiones e Yrigoyen, Alvear y Mosconi había sido copiado por todos las naciones de América; Petrobrás, Ancap, Ecopetrol, YPFB, PDVSA, etc., son el ejemplo, pero ninguno de esos países privatizó su petrolera. Era la culminación del proceso iniciado en el segundo semestre de 1989 con la sanción de los Decretos Desregulatorios del régimen de petróleo y de las Leyes de Reforma del Estado y Emergencia Económica. El Ministro de Obras Públicas era Roberto Dromi y el Secretario de Energía Julio C. Aráoz, uno de los ex Secretarios de Energía firmantes de un crítico –pero estructuralmente coincidente- documento sobre la situación energética actual.
Cuando se trató la Ley nº 24.145 llamada de Privatización de YPF y Federalización o Provincialización del Subsuelo”, el Ministro de Economía era Domingo Cavallo y el Presidente de YPF José “Pepe” Estensoro. Se requería la sanción de una Ley y el Peronismo no contaba con los votos necesarios para la obtención del quórum, es decir, 131 diputados Debe señalarse que, al igual que sucede actualmente, una vez logrado el número mínimo para funcionar, ya está asegurada la aprobación de la ley, incluso, por ejemplo, se gane por 66 a 65 votos; esto quiere decir que aquellos que dieron el presente consintieron la privatización, aunque posteriormente hayan votado en contra.
En esos momentos, los apoyos más importantes a la sanción de la Ley venían de las petroleras nacionales (Pérez Companc, San Jorge, Astra, ..) y las multinacionales. También de la legislatura de Santa Cruz, donde la diputada Cristina Fernández de K, acompañada por Héctor Icazuriaga y otros, presentó un proyecto exigiendo su aprobación.
Por desempeñarme como asesor del Diputado UCR Rodolfo Quezada, quien fue el miembro informante de su Bloque viví de cerca esos acontecimientos; había fracasado varias veces la sesión y en determinado momento el Diputado justicialista Oscar Parrilli le anunció a Quesada que habían alcanzado los 131, pues llegaría desde Santa Cruz el santacruceño Rafael Flores –entonces ultrakirchnerista- e ingresaría el demoprogresista santafesino Ricardo Molinas. Parrilli, actual Secretario General de la Presidencia fue el miembro informante de la mayoría peronista.
Los radicales, en su totalidad, no facilitaron el quórum y dieron el debate una vez que el Presidente de la Cámara Alberto Pierri abrió la sesión contando para ello con la presencia de los nombrados Flores y Molinas, quien ocupó una banca ajena para pasar desapercibido En esta oportunidad y como las presencias se contaban por el peso en la banca, el Presidente del Bloque UCR Raúl Baglini señaló que el quórum no había sido logrado porque no se llegaba a los 131 presentes y además, que el Dip. Flores había marcado doble presencia ya que había apoyado su pierna lesionada en la banca vecina. Baglini, pidió que se nombrara a los asistentes y Pierri incluyó entre los mismos al radical riojano Raúl Galván, quien aclaró que no se había sentado en su banca y por lo tanto no había contribuido al logro del quórum, cosa que no hizo ningún otro de los señalados como presentes, entre ellos Rafael Flores.
Entre quienes dieron quórum, además de Parrili y Flores, estaban Felipe Solá, Acevedo, Albamonte, Álvaro Alzogaray, Eduardo Amadeo, Becerra, Eduardo Camaño, D’Alessandro, Oscar Lamberto, Lorenzo Pepe, Alberto Pierri, Puricelli, Miguel A. Toma, Varela Cid, Yoma, Soria, Maqueda, Carlos Ruckcauf, Natale, Matzkin, etc…Todos ellos, al sancionar la ley, cantaron emocionados la Marcha Peronista , como puede verse en la película de “Pino” Solanas “Memoria del Saqueo”. Desde un palco también “marcaba” quórum” José “Pepe” Estensoro, siempre acompañado de sus Sansonite. Quien tenga dudas sobre lo señalado puede consultar el Diario de Sesiones de la HCD y los diarios de la época.
Se iniciaba la liquidación de los bienes más importantes derivados de los ahorros de varias generaciones de argentinos.
Gustavo Calleja
Ex Subsecretario de Combustibles de la Nación (1983/86)
Presidente de la Fundación Arturo Illia para la Democracia y la Paz
Vicepresidente del MORENO

1 comentario:

jaimo dijo...

Esta tarde de miércoles murió mi buen amigo Enrique Pereyra, Z"L, de Paraná, de Entre Ríos, de Argentina. Hombre entero, intachable, leal, inquieto, con un humor excelente, culto, socarrón, de gaucho gallego, como de gaucho judío, no se reía de los demás.
Hombre justo. Parecía indestructible. Pero mi país destruye a los mejores, a unos de un modo a otros de otro.

No se dobló. Se quebró en su hermoso despachito lleno de libros, donde estuve. Se dice que roto por lo que vivía como la pérdida de rumbo de la cofradía a la que se entregó como modo de entregarse a la Argentina, el partido en el que confiaba para detener la barbarie, la corruptela que despreciaba, el totalitarismo que nunca lo hizo callar, el abandono de los débiles que le dolía. La reciente muerte de Raúl Alfonsín, su maestro, lo había afectado mucho.
No hubiera sido igual sin él, y no lo será. Pocos me han hecho reir tanto, y fue muy bueno dialogar con él. Él y Luz, que era su columna, me honraron con su amistad y con la hospitalidad de su hogar.

No voy a abundar en adjetivos, aunque se me agolpan, y afortunadamente se los hice saber. Justo y leal, se me ocurren superlativos, y más aún en su contexto.
Me rompe esta muerte, nos teníamos mucha estima y respeto. También con sus hijos, Ramiro y Santiago, que ya tienen mi abrazo.
Muchos amigos me escriben desde hace horas dándome la noticia, falleció a las 18,30.

En fin, quería contárselos. Los Hombres somos imprevisibles y ni sabemos por qué unos salen buenos y otros peores, otros pésimos. Ninguno perfecto.

Chau Enrique, Paranaéira, maestro, que en paz descanses.

abrazos
jaime naifleisch

Barcelona, jueves 14 de mayo