sábado, 9 de marzo de 2013

Los radicales hacemos justicia con la memoria

A 30 años de la recuperación de la democracia 
Por Leandro Despouy
En 2013 se cumplen 30 años del triunfo de Raúl Alfonsín en las elecciones presidenciales y del retorno de la democracia en la Argentina. Desde ese momento el país ingresó en una de las experiencias de reconstrucción institucional y política más trascendentes de toda su historia y se enraizaron los cimientos que perduran y apuntalan la continuidad institucional hasta nuestros días. Fueron tantas las medidas que se adoptaron desde el inicio mismo de la transición que basta con recordar solo algunas de ellas para comprender la dimensión del proyecto político que encarnó Raúl Alfonsín y su vocación republicana. La creación de la CONADEP, la publicación del Nunca Más, el Juicio a la Juntas Militares, la incorporación de numerosos tratados y convenciones de derechos humanos a nuestra legislación interna, la igualación de las mujeres con los hombres en el ejercicio de la patria potestad y la equiparación en derechos de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales fueron un claro ejemplo de los aportes realizados por el gobierno radical en materia de derechos humanos durante el proceso de la transición democrática. Además, se restablecieron los derechos relacionados con la libertad de aprender y enseñar de estudiantes y docentes, se promovió eficazmente la integración regional, la paz y la vigencia de los derechos humanos en el mundo; se impulsaron planes nacionales de alimentación y alfabetización dirigidos a los sectores más desprotegidos junto al impulso del cooperativismo; se incentivó la participación política en todos los niveles y se respetó plenamente la libertad de expresión. Sin embargo, en la última década, una suerte de innoble y engañoso revisionismo histórico intenta imponer una narración sobre la construcción de la democracia y los derechos humanos basada en omisiones y tergiversaciones, que han desfigurado el papel trascendental del radicalismo en el nacimiento y vigencia de un Estado de derecho moderno. En realidad, la UCR fue el pilar fundamental en el proceso de transición y consolidación democrática en la Argentina y ese camino, con avances y retrocesos de todos los gobiernos que la sucedieron, ha sido sostenido por la sociedad hasta hoy. Por todo ello, resulta imperativo que el radicalismo a 30 años de la recuperación de la democracia desarrolle actividades constantes en todo el país en las que se jerarquice el rol que tuvo nuestra fuerza política desde su nacimiento y en particular en el proceso de transición y consolidación definitiva de la democracia en la Argentina.. No se trata de desconocer lo que han hecho otros gobiernos en la materia ni de ignorar la encomiable y valiente labor desarrollada por los organismos de derechos humanos, algunos creados con anterioridad al golpe de Estado, como la APDH, de la que Raúl Alfonsín fue uno de los fundadores, en 1975, cuando se luchaba contra la Triple A. La causa de los derechos humanos trasciende una visión retrospectiva del terrorismo de Estado. Cabe examinar la situación actual de los derechos humanos y de no omitir el estado de exclusión en el que se encuentran millones de argentinos que no tienen acceso al agua potable, a la salud, a la educación, a la vivienda digna; o que carecen de empleo. No se puede desconocer la postergación y el hostigamiento de los Pueblos Originarios, ni la situación de usuarios y consumidores víctimas de la corrupción; ni las consecuencias de los graves daños de la contaminación ambiental en el país. En síntesis, se trata de rescatar los hechos más significativos de la reconstrucción democrática y los aportes que ha hecho nuestro partido para su vigencia. Es necesario transmitir a la sociedad, sobre todo a los más jóvenes que no vivieron la experiencia democrática del 83, la tarea que realizó la UCR en el gobierno y de esa manera, además, hacer, justicia con la memoria. En un momento como el actual, repliquemos la exitosa experiencia que vivimos en 2008, cuando se conmemoraron 25 años del retorno de la democracia y durante el cual se desplegaron numerosas iniciativas en forma conjunta y coordinada entre los distintos actores de la vida partidaria. Ello permitió, entre otras cosas, rendir homenaje en vida al ex presidente Raúl Alfonsín y reposicionar al radicalismo a través de numerosos actos partidarios e institucionales que se realizaron a lo largo y ancho del país. Como entonces, sería oportuno constituir un ámbito de coordinación para conmemorar los 30 años de democracia, integrado por la Juventud Radical, la Franja Morada, la Organización de Trabajadores Radicales, las Mujeres Radicales por la Igualdad, los representantes partidarios en la FUA, el Comité y la Convención Nacional al igual que los Bloques de Diputados y Senadores Nacionales y otras personalidades y militantes de la vida partidaria. En este contexto, algunos de los hechos más importantes que deberíamos tener en cuenta a lo largo de este año y que pueden servir de base para reivindicar la labor que ha desarrollado nuestro partido, son los siguientes: Mañana, 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer y en el contexto de las conmemoraciones que organizará el Comité Nacional y la Comisión de la Mujer de la UCR sería una buena oportunidad para reivindicar el rol trascendente que tuvo el gobierno de Raúl Alfonsín para equiparar los derechos de las mujeres con los de los hombres en el ejercicio de la patria potestad. Las reformas promovidas por el gobierno radical en el Código Civil se ajustaban al nuevo tiempo inaugural de la democracia, extendiéndola al seno mismo de la vida familiar y otorgando a la mujer los mismos derechos que al hombre para decidir sobre la vida y destino de sus hijos. Durante este periodo se avanzó, además, en la equiparación de los derechos de los niños, otorgándoles los mismos derechos a los hijos matrimoniales y extramatrimoniales. El próximo 24 de marzo se cumple un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976 y es importante que la UCR ocupe las calles del país, reivindicando la presencia que tuvo nuestro partido en la lucha contra la dictadura cuando condenaba la represión, la violación de los DDHH y reclamaba pacíficamente el retorno de la democracia. Una presencia masiva de militantes en las marchas y movilizaciones de repudio a aquel golpe de Estado se corresponde con el aval y el peso histórico de la UCR en la causa de los derechos humanos y con la voluntad política de avanzar en consensos básicos y acciones comunes con otras fuerzas políticas y sociales en la perspectiva de encarar con éxito los importantes desafíos que tenemos los argentinos en el siglo XXI. Asimismo, es importante tener presente que el próximo 10 de diciembre se cumplirán 30 años del histórico día en el que Raúl Alfonsín asumió como presidente de los argentinos y anunció al pueblo, desde el balcón del Cabildo, que se iniciaban “100 años de democracia en la Argentina”. Esas expresiones, realizadas hace 30 años, en momentos en que comenzábamos a dejar atrás la etapa mas trágica de nuestra historia, sonaban utópicas, pero venían acompañadas del peso simbólico de la fecha elegida por Alfonsín para asumir su mandato un 10 de diciembre en coincidencia con la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por las Naciones Unidas. Dado que este año tendrán lugar las elecciones legislativas nacionales, provinciales y municipales, el mejor homenaje que le podemos hacer a Raúl Alfonsín, a nuestro partido y a la Democracia es trabajar duramente pensando en el futuro y teniendo bien presente lo más rico y genuino de nuestra historia, porque ello permitirá recuperar la credibilidad de la ciudadanía en la capacidad de la UCR para responder a las necesidades crecientes de nuestro pueblo, avanzar en la senda del progreso y profundizar la democracia social en la Argentina. 

 Buenos Aires, 7 de marzo de 2013

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