viernes, 26 de octubre de 2007

Busti o Brasesco


Por José Antonio Artusi

Busti o Brasesco. Esa es la opción.
Elegir una fórmula presidencial es muy importante. Elegir diputados y senadores nacionales también.
Pero elegir convencionales constituyentes es infinitamente más importante.
Presidente y vice y diputados nacionales elegimos cada 4 años, senador cada 6. De todos modos, son meros administradores circunstanciales de la voluntad popular, mandatarios de los ciudadanos, los mandantes. Aunque algunos se crean que son mucho más que eso, casi familias reinantes, soberanas.
Convencionales constituyentes provinciales elegiremos el Domingo, y probablemente, nunca más. Solamente alguien que haya nacido en 1915 o antes y quiera ir a votar el Domingo 28 de Octubre de 2007, lo habrá hecho por segunda vez. Muchos jamás tuvieron la posibilidad de elegir convencionales constituyentes.
Es, casi con seguridad, el voto más importante de nuestra vida, junto con el de la elección de convencionales constituyentes nacionales de 1994.
Sin embargo, la ciudadanía entrerriana parece haber caído en una trampa perversa, al haberse hecho coincidir dos elecciones que no tienen absoutamente nada que ver, circunstancia negativa que impide que el tratamiento público acerca de las propuestas reformistas sea analizado con responsabilidad y detenimiento por parte de los electores. Los medios de comunicación de la provincia, en vez de reflejar un debate serio y a fondo sobre los alcances y el contenido de la reforma de la Constitución provincial, se entretienen en disquisiciones acerca de si va haber ballotage o no y quienes serían los eventuales contendientes. La reforma pasa a un segundo plano, se oculta, se enmascara, se diluye en el mar de información y desinformación al que nos tienen acostumbrados los medios nacionales.
Pero lo más importante sigue siendo la reforma. Por eso es fundamental que todos vean que no da lo mismo votar a Jorge Pedro Busti que a Luis Agustín Brasesco y a quienes los acompañan como convencionales constituyentes.
¿ Puede acaso ser creíble una promesa de ponerle límites al poder y frenar el nepotismo por parte de quien es gobernador en ejercicio, diputado electo, primer candidato a convencional constituyente, y cónyuge de la primera candidata a diputada nacional ?
¿ Puede por ventura alguien creer que se crearán efectivos mecanismo de control y de prevención de la corrupción si el que lo dice es quien como primera medida de gobierno eliminó de un plumazo organismos de control y creó una inocua "Oficina Anticorrupción" dependiente de la Fiscalía de Estado a cuyo frente se encumbró a una abogada personal del Gobernador ?
Luis Agustín Brasesco puede exhibir toda una vida signada por el compromiso con la democracia y los derechos humanos. Encabeza una lista de candidatos que podemos exhibir con orgullo, integrada por hombres y mujeres que amalgaman vocación política y conocimientos técnicos. La Unión Cívica Radical es el único partido político que eligió a sus candidatos a convencionales constituyentes a través de un mecanismo de democracia interna, y es el único que elaboró, a través de un amplio proceso de debate, una verdadera plataforma para la reforma de la Constitución de la provincia. Es, casi, el único partido político que se puede llamar así que compite en estas elecciones. Las demás listas serán otra cosa, pero distan mucho de ser partidos políticos en sentido pleno.
A diferencia del oficialismo, la UCR exhibe permanentemente su plataforma , sin vueltas ni medias tintas. Está a disposición del que la quiera consultar en diversas páginas y blogs en internet. En la página oficial de la Lista 501 - con cuidado diseño gráfico, eso sí - la plataforma brilla por su ausencia.
La Unión Cívica Radical no quiere una reforma a la medida de un dirigente ni de un partido, quiere una constitución para todos los entrerrianos para el siglo XXI. Queremos mejorar y profundizar la democracia, jerarquizar el sistema republicano, garantizar nuevos derechos, asegurar el libre acceso a la información pública, transparentar el Estado, luchar en serio contra la corrupción, brindar mecanismos ágiles de participación ciudadana, consagrar efectivamente la autonomía de los municipios, apuntalar la educación pública, gratuita, laica y obligatoria, trabajar por el derecho al ambiente, al hábitat y a la vivienda, y luchar por el desarrollo sostenible. Queremos, como en 1933, una constitución progresista y de avanzada, que incluya claúsulas programáticas para una sociedad más justa y equitativa, una democracia de ciudadanos libres y responsables y no de rehenes del poder de turno. Herederos de Yrigoyen y de Lebensohn, republicanos consecuentes, no queremos la reelección ni la posibilidad de la enmienda.
El Domingo 28 de Octubre votemos a conciencia. Que el árbol no nos tape el bosque. Que el ruido nacional no nos aturda. Lo más importante es el mandato que vamos a otorgar para reformar nada más y nada menos que la Constitución de la provincia.
Las opciones son claras. La lista que encabeza Jorge Pedro Busti o la que encabeza Luis Agustín Brasesco.-

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