domingo, 9 de marzo de 2008

Ni cahorros del imperio ni celadores bolivarianos

Por Gustavo Aramburu

La violación del territorio del Ecuador por parte de Colombia, mediante una incursión armada que termino con la muerte del nro 2 de las FARC es un desconocimiento gravísimo de uno de los pilares fundamentales del Derecho internacional.No en vano, el accionar de Uribe contó con el apoyo de Bush, un verdadero promotor de supuestos ataques pseudo preventivos sin consideración de soberanías nacionales.
Pero a la grave conducta de Colombia, no puede ser motivo de una sobreactuación peligrosa por parte de Chávez, quien anuncio el traslado de una importante cantidad de tropas a la frontera con su vecino, efectuando anuncios de tipo beligerante.
La postura de nuestro país debe ser clara, condenar a Colombia por su accionar, pero no guardar silencio frente a supuestos celadores, ni tutores bolivarianos, mas allá de acuerdos bilaterales, de naturaleza comercial. Es esperable que la Argentina esta a tono con su mejor tradición en política internacional, ya DRAGO sostuvo:
Entre los principios fundamentales del Derecho Público Internacional que la humanidad ha consagrado, es uno de los más preciosos el que determina que todos los Estados, cualquiera que sea la fuerza de que dispongan, son entidades de derecho, perfectamente iguales entre sí y recíprocamente acreedoras, por ello, a las mismas consideraciones y respeto.
Las intromisiones, opiniones desmesuradas y las falta de respeto a quienes no comulgan con sus ideas en países vecinos, ha sido una permanente en Chávez, esto no puede consentirse, por mas petrodólares, enarsas, crisis energéticas o valijas con dólares que existan.
Es imperioso que nuestra política exterior tienda a fortalecer en forma permanente el dialogo como medio de solución de conflictos entre los pueblos de la región, a los que aquejan problemas comunes de fondo.
Es hora quizás de relanzar el mandato yrigoyeneano de un mundo en que los hombres fueran sagrados para los hombres y los pueblos sagrados para los pueblos.

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