miércoles, 2 de abril de 2008

Retenciones: las provincias aportarán US$ 10.200 millones

Las provincias aportarán este año a la Nación más de 32.000 millones de pesos (unos 11.000 millones de dólares) en materia de retenciones a las exportaciones agropecuarias, a partir del nuevo y polémico régimen en vigor. Se trata de una cesión sin retorno; ni un solo peso de esa millonaria contribución se distribuye automáticamente entre las arcas provinciales. El problema es que los impuestos al comercio exterior no se reparten a través del sistema de coparticipación federal, como ocurre con otros tributos (Ganancias e IVA son los más importantes en este sentido), sino que los recauda y administra la Nación. El mayor peso de ese aporte -el 92 por ciento- recae en tan sólo seis distritos del país, justamente aquellos en donde se produjeron las protestas de productores agropecuarios más duras de los últimos tiempos en el país. El paro agropecuario, ratificado ayer por las entidades del sector, se adentrará hoy en su día N° 20. De acuerdo con un informe de la Fundación Mediterránea, Buenos Aires lidera la lista de las provincias que realizan el mayor esfuerzo en materia de retenciones a las exportaciones: la producción del mayor distrito del país aportará este año 10.188 millones de pesos por derechos de exportación, es decir, un 31,2 por ciento del total recaudado por este concepto. Tan significativa es esta contribución que equivale a casi toda la coparticipación que la provincia recibirá de la Nación durante el año. En el ranking de las que más aportarán sigue Córdoba, con 8109 millones de pesos, el 24,8 por ciento del total. En este caso, el monto equivale a casi dos coparticipaciones anuales de la provincia. Santa Fe y Entre Ríos también aportan una buena porción de recursos: según el informe de la Fundación Mediterránea, aportan 6979 millones de pesos (el 21,4 por ciento) y 2521 millones de pesos (el 7,7 por ciento), respectivamente. El doble de ingresos Para los santafecinos, la cifra es igual a una coparticipación y media anual, y para los entrerrianos, a una coparticipación anual. Dicho de otra manera: si las retenciones a las exportaciones agropecuarias se distribuyeran de acuerdo con la ley de coparticipación federal, estas cuatro provincias verían, en algunos casos, más que duplicar sus ingresos anuales que reciben del gobierno nacional. Santiago del Estero y Chaco completan la grilla de las provincias que más aportan al fisco en materia de derechos de exportación, con 1201 millones y 1177 millones de pesos respectivamente. El resto del país también hace su contribución, pero es mucho menor, con el 8 por ciento del total. Mediante este mecanismo de no reparto, el aporte provincial contribuye a que el Tesoro nacional obtenga más recursos y, por lo tanto, haga subir el superávit fiscal nacional mes tras mes, dinero que el gobierno nacional puede después decidir a qué actividades y en qué provincias aplicarlo. También le sirve para comprar dólares en el mercado y sostener así el tipo de cambio. Mientras tanto, las provincias atraviesan situaciones fiscales por demás delicadas: sin ir más lejos, Buenos Aires proyecta en su actual presupuesto un déficit de 2100 millones para este año; Córdoba afronta una abultada deuda pública y otras, como Santa Fe y Mendoza, estiman una caída inquietante de su superávit fiscal. Las protestas en el campo desnudaron como nunca antes esta inequidad. Actualmente, es el Estado nacional el que administra la asignación de los derechos de exportación, ya que no son coparticipables por ley. Por ende, las provincias y sus gobiernos deben demostrar disciplina ante la Casa Rosada si pretenden tener alguna participación en el reparto de los fondos. Nación rica, interior pobre Esto explica por qué casi todos los gobernadores oficialistas, salvo el cordobés Juan Schiaretti, acudieron sin chistar el jueves pasado al acto de Parque Norte para acompañar al Gobierno en el conflicto con el campo. Sin embargo, la realidad es que buena parte de esos gobernadores, intendentes y legisladores justicialistas, y también los radicales K, siguen con creciente inquietud la tensa negociación con las cuatro entidades agropecuarias más importantes. Muchos de ellos no comulgan con el nuevo sistema de retenciones y varios sufren en carne propia el malhumor del productor agropecuario, por convivir con ellos en el interior. Muy pocos, como los senadores Carlos Reutemann y Roxana Latorre, de Santa Fe, y Juan Carlos Romero (Salta) se atreven a cuestionar la medida a viva voz. Pero las dudas y los cuestionamientos se oyen por lo bajo. Algunos legisladores oficialistas del interior se animaron a presentar iniciativas alternativas, aunque sin hacer demasiada alharaca. Son desafíos, por ahora incipientes, al poderío K.

Por Laura Serra

Fuente: LA NACION

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