Textual : DISCURSO INAUGURAL DEL DR. HIPÓLITO SOLARI YRIGOYEN, ANTE LA ASAMBLEA DE DELEGADOS EN LA REUNIÓN ORDINARIA 2009, DE LA H. CONVENCIÓN NACIONAL DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL. 17 DE ABRIL, CIUDAD DE MAR DEL PLATA.
EL ESCENARIO
Nada habría más honroso para mí al iniciar esta primera reunión ordinaria de la Convención Nacional que ponerla bajo la advocación de Raúl Alfonsín. El ha sido el gran conductor de la Unión Cívica Radical durante las últimas décadas y lo fue hasta el mismo momento de su muerte. Estoy seguro que nos inspirará ahora para que este plenario delibere en el marco de la unidad del radicalismo, del respeto que nos debemos entre nosotros, de la exposición elevada de las distintas posiciones y del acatamiento de las resoluciones que se aprueban. Honraremos así la memoria de nuestro prócer y estaremos a la altura de lo que el país entero está esperando de nosotros.
Nada habría más honroso para mí al iniciar esta primera reunión ordinariade la Convención Nacional que ponerla bajo la advocación de Raúl Alfonsín. El ha sido el gran conductor de la Unión CívicaRadical durante las últimas décadas y lo fue hasta el mismo momento de su muerte. Estoy seguro que nos inspirará ahora para que este plenario delibere en el marco de la unidaddel radicalismo, del respeto que nos debemos entre nosotros, de la exposición elevada de las distintas posiciones y del acatamiento de las resoluciones que se aprueban. Honraremos así la memoria de nuestro prócer y estaremos a la altura de lo que el país entero está esperando de nosotros.
El pueblo le ha hecho justicia a Raúl Alfonsín, reconociendo la importancia de los ideales, principios, conducta y ética que él encarnó y que nos ha dejado como legado. Sus correligionarios somos ahora los guardianes, junto también a otros sectores que aceptan la primacía de estos valores y, con esa responsabilidad, lucharemos para que se hagan realidad en la República.
Señores convencionales, ustedes son los actores de esta asamblea. El trabajo de ustedes es el que imprimirá la calificación que le otorguen los correligionarios y la opinión pública a la Convención. El debate y las decisiones son parte fundamental de las funciones indelegables que tiene el cuerpo por la Carta Orgánica. La Convención Nacional la autoridad superior de la Unión Cívica Radical, la que sanciona el programa, aprueba la doctrina y la actualiza y moderniza con un sentido de coherencia con las fuentes originarias de la UCR. Es también la que define las estrategias que debe seguir el partido.
Me hubiera gustado que fuera otro el panorama político en que deliberara esta primera reunión ordinaria del presente año de la Convención Nacional. Pero este escenario de crisis, de maniobras electorales, de división de los argentinos, de temores y angustias es el que ha construido el gobierno y en el que nos taca vivir y afrontar para asumir como radicales nuestra responsabilidad ante el pueblo que representamos para servir los intereses superiores por los que luchamos.
Me hubiera gustado que fuera otro el panorama político en que deliberara esta primera reunión ordinariadel presente año de la Convención Nacional. Pero este escenario decrisis, de maniobras electorales, de división de los argentinos, de temores y angustias es el que ha construido el gobierno y en el que nos taca vivir y afrontar para asumir como radicales nuestra responsabilidad ante el pueblo que representamos para servir los intereses superiores por los que luchamos.
Cuando el país estaba recorriendo el itinerario marcado por la ley para concurrir a las elecciones nacionales de la última semana de octubre, las autoridades cambiaron las reglas de juego y una mayoría legislativa oficialista de levanta manos ha avalado en el Congreso la maniobra. Se ha asestado un rudo golpe al funcionamiento cada vez más deteriorado de las instituciones. El gobierno ha privilegiado una vez más sus intereses partidarios y sectoriales a los del pueblo argentino.
Estos comicios no serán transparentes porque los partidos democráticos como el nuestro a duras penas y sacrificando etapas podremos inscribir los candidatos que sostendremos como parte de una alianza, o solos según los distritos y conforme a lo que esta Convención defina, sin poder realizar una campaña electoral esclarecedora ante el electorado.
Los radicales, además, dentro de la austeridad que nos caracteriza, nos movemos en una gran estrechez económica, frente al partido gobernante que utiliza los fondos y los bienes del Estado como propios para sus movimientos, propaganda permanente y para una práctica clientelística que caracteriza su política hegemónica, con rasgos autoritarios y de concentración de la riqueza en un crudo capitalismo de amigos.
LUCHAR POR LA DEMOCRACIA
Yo me pregunto que nos va quedando de la democracia que conquistamos hace 25 años con ese gran presidente que fue Raúl Alfonsín. Nos va quedando poco, cada vez menos.
Pero no caigamos en el pesimismo que adormece los espíritus. Nunca vamos los radicales a decir como el personaje de Shakespeare, todo está perdido, ha llegado el momento de rezar. No, de ninguna manera: lo que ha llegado es el momento de actuar y de luchar. No vamos a permitir que el gobierno celebre el duelo de la República. El tiempo de la despreocupación, de la indiferencia, del dejarse estar, de dormirse en los laureles eso sí ha quedado atrás.
Los ultrapragmáticos de la política, aquellos que consideran que conquistar el poder es un fin en sí mismo, no pueden comprender que se luche por ideales, por principios, por ideas, por convicciones, por la ética. Piensan que los que así lo hacemos somos unos líricos, seguramente los tontos de la política, en contraposición a ellos que son los vivos. Hoy están asombrados porque han visto, como ante la muerte de Alfonsín, el pueblo ha llorado por esos valores, hoy en buena medida ausentes, que él defendió y por los que seguiremos bregando los radicales.
Fue el radicalismo el que condujo el país a la democracia con Raúl Alfonsín, quien ante los intentos de golpe de Estado y los paros generales desestabilizadores dedicó todos sus esfuerzos a salvar el sistema para que las nuevas generaciones pudieran gozar del sistema y vivir en libertad.
Hoy, una vez más somos los radicales, los guardianes de la democracia para salvaguardarla también para los jóvenes actuales y los que vendrán en el futuro. No nos conformamos con una democracia formal, sin contenido, deteriorada, hecha jirones. El sistema no es solo celebrar elecciones cada dos años. Queremos y exigimos la democracia total.
Esta es seguramente, la más grande bandera del momento actual: Reconquistar el sistema democrático para que rija en todo el territorio de la República, en forma permanente y para todos los argentinos.
EL MODELO DEL GOBIERNO
El gobierno y el partido gobernante están queriendo construir un modelo de país que resulta inaceptable para la Unión Cívica Radical por muy serias razones, algunas de las cuales brevemente expondré, aunque sin ningún ánimo de herir a nuestros adversarios.
El modelo oficial es el de los decretos de necesidad y urgencia, de los poderes extraordinarios, del parlamento sin funciones por una mayoría obsecuente que ha abdicado de sus obligaciones y se ha desinteresado de sus electores.
Es el modelo sin democracia sindical, que identifica a los sindicatos con el partido gobernante. Cuando los dirigentes se ponen al servicio de un partido político, son los trabajadores los que pierden.
Es el modelo de Skanka, de la valija con los dólares venezolanas, de los fondos oscuros de la campaña electoral, de los dólares de la ministra Miceli, de la financiera de la familia presidencial, del contrato con la Panamerican Energy.
Es el modelo que camina por la vereda opuesta a la verdad. Como ahora que pretende disfrazar el adelanto de las elecciones, fruto de una baja alquimia de cálculos egoístas, invocando defendernos de la crisis mundial. Y que no ha trepidado, inclusive, en quererle achacar una muerte a los productores agropecuarios, que los propios familiares de la víctima han desmentido en forma categórica.
Que cambió a los funcionarios del INDEC para poder falsificar las estadísticas, para ocultar la inflación y llegar hasta decirnos que hay precios que bajan, que afirma que la pobreza ha disminuido, como si no conociéramos la realidad social en que vivimos en la que la pobreza aumenta día a día, en la que el nivel de los sueldos reales disminuye, en el que se expande la desocupación, en donde millones de argentinos tienen necesidades básicas insatisfechas, en el que se disfrazó la inflación con un festival de subsidios en el período de las vacas gordas. Esta falsificación de las estadísticas, será también un factor que impedirá que la Argentina las pueda acceder a las fuentes de financiamiento de los recientes acuerdos de Londres.
Es el modelo en que cuando tuvimos años de relativa bonanza como consecuencia del alza mundial de los productos primarios, atribuyó el hecho a una pretendida gestión exitosa. Todos los países de América Latina tuvieron importantes aumentos del Producto Bruto. La Argentina ni siquiera encabezó la lista. Estuvo detrás de Panamá, de Perú, en algunos aspectos del Uruguay y del Brasil. Pero ahora que se desató el viento en contra, los gobernantes se desentienden de sus errores y achacan la culpa a los problemas globales.
En gran parte del 2008 no hubo crisis internacional, pero si hubo crisis por los errores del gobierno, por la guerra que le declaró al campo, situación que perdura hasta hoy, por su política de desalentar la producción agrícola y ganadera, una de las riquezas fundamentales de la Argentina y de cerrar mercados externos.
Recuerdo que hace unos años en 1990, visitó nuestro país el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giulio Andreotti. En la Asamblea Legislativa pronunció su discurso y nos dijo a los parlamentarios de entonces: Ustedes los argentinos poseen los tres elementos básicos que hacen a un país rico: petróleo, trigo y carne.
Han pasado los años y si me encontrase hoy con el estadista italiano tendría que explicarle que un gobierno del mismo partido que el actual, vendió YPF a un precio vil. Que como consecuencia de esa operación que privó al país de su compañía petrolera y dejó el mercado en manos de las empresas extranjeras, las que no exploraron más, que perdimos el autoabastecimiento que teníamos con el gobierno de Alfonsín, que la producción baja todos los años, mientras que el consumo aumenta. Que ahora somos un país importador de petróleo y que la producción de gas también ha disminuido y debemos exportarlo a alto precio.
Que después vino otro gobierno del mismo signo político que entregó el mejor yacimiento que tiene la Argentina a una empresa mayoritariamente anglo norteamericana con un contrato lesivo para el país.
Que en cuanto el trigo, el actual gobierno ha alentado con éxito la disminución de la producción,
Que en cuanto el trigo, el actual gobierno ha alentado con éxito la disminución de la producción, que hoy se siembra menos. Que este año habrá una cosecha menor de cereales y oleaginosas de 25 millones de toneladas. La mayor parte del descalabro se debe a la política oficial, pero también es cierto que la sequía ha influido en la disminución. Pero he aquí algo fundamental que tampoco entienden las autoridades que hacen sus cálculos como si todos los años fueran de esplendor para el campo. Los agricultores tienen que afrontar sequías, inundaciones, heladas, granizo, temporales, tornados. Ellos no pueden controlar los factores de la naturaleza. Y no todo es éxito, hay años buenos, regulares y malos. Unos compensan a los otros,
El gobierno obligó a las trasnacionales que exportan trigo a que no pagasen a los productores más de 370 pesos la tonelada, es decir entre un 30 y un 40 por ciento menos de la cotización internacional.
El gobierno obligó a las trasnacionales que exportan trigo a que no pagasen a los productores más de 370 pesos la tonelada, es decir entre un 30 y un 40 por ciento menos de la cotización internacional. Así promovió la formación de un cartel de unas pocas firmas exportadoras que pagaron a los productores precios congelados y exportaron después a los precios internacionales. De esta manera ganaron en la última cosecha 1120 millones de pesos suplementarios. Hubo una transferencia de ingresos de miles y miles de productores argentinos a unas pocas multinacionales. Con el agravante que estas envían sus ganancias a las casas matrices del exterior mientras que los agricultores argentinos invierten sus ganancias, cuando las obtienen, en el país.
Y finalmente que el mismo gobierno, el actual, frenó la expansión de la ganadería y que está cerrando los mercados exportadores de carne para beneficio de otros países. Que de los casi 800 mil toneladas que exportábamos en 2005, ahora solo exportamos 550.00 Que los productores se han visto obligados a disminuir los vientres ante los precios no competitivos de la carne. Y, como si fuera poco se han creado organismos para perseguir a los productores, como la Oncaa, que manoseando la distribución de la Cuota Hilton para cortes de alta calidad ha impedido que cumpliéramos con este beneficioso instrumento otorgado al país por el sistema de la Organización Mundial de Comercio.
El entonces presidente del Consejo de Ministros y actual senador Andreotti tenía bien en claro cuales eran las riquezas de la Argentina, pero no sabía quienes eran los que las despilfarraban.
Este modelo del gobierno es también el del aislamiento internacional, de las agresiones injustificadas a otros países, de las relaciones ambiguas con naciones hermanas. De las peleas permanentes, una vez con unos, otra vez con otros.
Y hay algo que señalamos con dolor, el modelo del partido gobernante es el de la confrontación permanente entre argentinos. El que divide, en una clasificación maniquea entre buenos y malos, patriotas y no patriotas, amigos y enemigos. Esta división amigos/enemigos es el resumen de la filosofía autoritaria de Carl Schmitt que lo condujo a su adhesión al nazismo. No son la misma cosa, es cierto, hay un abismo entre ellos, pero no puede dejar de preocuparnos que tengan la misma filosofía de inspiración.
Finalmente, es el modelo del fracaso, de la intolerancia, de las imposiciones y persecuciones. De los temores a las consecuencias de dar opiniones diferentes a las oficiales. Basta ya !
Como decía Yrigoyen:
“Debemos reintegrar a nuestra patria a la plenitud de su autoridad moral”
LA ALTERNATIVA RADICAL
Tenemos que predicar en todas las latitudes de nuestra patria que la Unión Cívica Radical es un partido político que tiene un compromiso histórico con el pueblo argentino que se proyecta hacia el futuro, compromiso que debemos asumir con toda responsabilidad en todos y cada uno de los momentos de nuestra militancia.
A quien nos diga que los radicales no sabemos gobernar recordémosle el gobierno de Yrigoyen que derrotó a la plutocracia, que democratizó al país, que desarrolló la justicia social, que mantuvo la neutralidad con una política internacional independiente. Recordémosle el gobierno de Alvear de orden y progreso con su intención de nacionalizar el petróleo, la segunda presidencia de Yrigoyen que debió sufrir por sus acciones una oposición feroz que culminó con el nefasto golpe del 30, el ejemplar y eficiente gobierno de Illia y el histórico gobierno de Raúl Alfonsín que reconstruyó la democracia, introdujo la ética y tantos otros valores, a los que acaba de rendir tributo el pueblo argentino.
La Unión Cívica Radical siempre será un partido de gobierno, y una alternativa de poder y cuando el gobierno menoscaba al sistema, es la alternativa democrática y popular que tiene la Argentina. A través de sus bloques parlamentarios, sus consejos asesores, sus gobiernos municipales y provinciales, sus equipos técnicos, sus intelectuales, el radicalismo es y debe ser siempre un partido preparado para gobernar.
Los radicales rendimos culto a la libertad, muchas veces negadas. Mussolini dijo que la libertad era un cadáver agusanado. Mussolini es hoy un recuerdo execrable y la libertad sigue siendo la gran aspiración de la humanidad, aunque siempre es un blanco de tiro para los déspotas del mundo. Otras veces la libertad es proclamada pero no respetada. Para nosotros es un valor sagrado, como son los derechos humanos en su integridad, incluyendo los nuevos derechos que la evolución ha ido reconociendo como fundamentales. Para la UCR la fidelidad a los derechos humanos y a la libertad es absoluta. Nuestro compromiso será siempre ir buscando nuevas dimensiones para ampliar las fronteras de la libertad. Y hay algo que quiero decir sin vueltas: Es hora ya que hagamos realidad la igualdad de género para que las mujeres tengan los mismos derechos políticos que los hombres. La alternativa radical se basa en estos principios.
Como partido opositor que somos debemos ser inflexibles en la denuncia de todos los errores de gestión del gobierno y de todos sus latrocinios económicos. Pero esto no es suficiente. Nuestra prédica fundamental debe ser positiva para que el pueblo pueda evaluar nuestro programa y los beneficios que significa la alternativa democrática que representamos.
Nuestro modelo es el de la democracia y justicia social
Nuestro modelo es el de la democracia y justicia social, el de la división de poderes, el de un Parlamento que cumpla con sus deberes y que no sea un apéndice del poder ejecutivo, el del ejercicio del federalismos, el de la defensa de nuestro patrimonio, de nuestras fuentes energéticas, de una política internacional independiente y latinoamericanista, el que no escatima esfuerzos para la enseñanza pública, el que sostiene los principios de la Reforma Universitaria. Es el programa de la Constitución como decía Yrigoyen, y es el del respeto de Preámbulo que nos recitaba con emoción Raúl Alfonsín.
El radical es un proyecto aceptable y válido de país que se funda en la colaboración, apoyo y solidaridad de todos los actores y sectores sociales.
Una de las luchas fundamentales del radicalismo en la hora actual debe ser la transformación ética del hombre. La ética tiene que regir todos nuestros actos. La ética, como la política, está en la base de todo cambio social. Ética y Política no son sinónimos pero son inseparables.
Nuestra moral es austera y humana, no es dogmática ni fundamentalista porque está centrada en los valores de la tolerancia, la libertad, la honestidad intelectual, el sentido de la responsabilidad y la dignidad y el valor sagrado de la persona humana. La moral debe practicarse por su propio valor, es desinteresada ya que en su práctica no puede estar influida con la posibilidad de premios o castigos.
Nuestras prácticas políticas se basan en el diálogo y la tolerancia. La política de la confrontación solo cabe contra el hambre, la pobreza, la marginación y las grandes desigualdades sociales. Estos no son problemas que solo nos deben preocupar a los sensibles sociales porque son lacras que ensucian al conjunto de la sociedad argentina.
El radicalismo en esta etapa actual que vivimos debe estar a la cabeza del avance social.
EL DERECHO AL TRABAJO
Nos preocupa profundamente que el gobierno no le esté prestando la atención debida a la preservación de los empleos
Nos preocupa profundamente que el gobierno no le esté prestando la atención debida a la preservación de los empleos. Este problema no se soluciona con barreras coyunturales a ciertas importaciones o con consejos a los empresarios para dar la sensación de que algo se hace. Lo que tiene que encarar el gobierno es promocionar y dar garantías para la inversión creativa de fuentes de trabajo.
Todos los derechos humanos son importantes
Todos los derechos humanos son importantes y debemos luchar por ellos, por todos sin excepción: tanto por los derechos civiles y políticos, como por los derechos económicos sociales y culturales. Entre estos tiene una particular importancia en estos momentos de crisis el derecho al trabajo. El trabajo es un derecho básico en la organización social. Nuestra sociedad se basa en el trabajo y no en su ausencia. Si este derecho no se respeta toda la sociedad se lesiona y desequilibra y su pérdida implica perder también el ejercicio de otros derechos fundamentales. Gracias al trabajo las personas pueden hacer frente a sus necesidades y a las de su familia.
En la Argentina el derecho al trabajo está desapareciendo ante la inercia, o medidas declamatorias del gobierno. No es con discursos o financiando bicicletas que solucionaremos el problema. Para muchos hoy en día el trabajo es un derecho inexistente por que no lo han logrado o porque lo han perdido
La búsqueda de empleo es una alucinación
La búsqueda de empleo es una alucinación casi tan imposible como la pelea de Don Quijote con los molinos de viento. Pero para muchos otros que lo tienen, el derecho al trabajo en lugar de ser una actividad normal se ha convertido en una zozobra permanente, en un sufrimiento cotidiano por temor a perderlo. Para mantenerlo tienen que perder otros derechos sociales, o sufrir rebajas de sueldos y hasta caer en una degradación social. La clase obrera necesita empleos y seguridad. Es útil que el radicalismo le recuerde al matrimonio presidencial desde esta Convención radical que el derecho a tener trabajo no es una aspiración sino una obligación jurídica que tienen los gobernantes para fomentarlo, respetarlo protegerlo y aplicarlo.
El radicalismo, siguiendo su tradición histórica, debe reivindicar en estos momentos más que nunca este derecho fundamental de los trabajadores. Y lo tendremos que hacer como políticos ya que las organizaciones sindicales, protegidas por una legislación obsoleta, forman parte del partido del gobierno y defiende sus intereses y no el de los trabajadores.
En nuestra plataforma, en nuestra acción legislativa el radicalismo debe privilegiar la lucha por el trabajo, por el pleno empleo, por salarios dignos. Será para nosotros una bandera en alto el promover oportunidades para mujeres y hombres para obtener trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
En nuestra plataforma, en nuestra acción legislativa el radicalismo debe privilegiar la lucha por el trabajo, por el pleno empleo, por salarios dignos. Será para nosotros una bandera en alto el promover oportunidades para mujeres y hombres para obtener trabajo decente y productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
Los radicales hoy más que nuncadebemos juntar fuerzas:
Para luchar contra la desesperanza
Para luchar contra la desesperanza de los humildes, de los desposeídos como decía Leandro Alem, y en favor de sus anhelos de justicia social y de la reivindicación permanente de sus derechos específicos, al trabajo, al salario digno, a la vivienda.
Para luchar contra todas las injusticias.
Para luchar en todo lugar y en todo momento contra el autoritarismo y la opresión.
Si los radicales obramos con responsabilidad y generosidad, si superamos las diferencias, si elevamos las miras, cumpliremos con nuestro deber histórico y más temprano que tarde, con el ejemplo de nuestros estadistas y de nuestros grandes líderes, el radicalismo será el horizonte de la esperanza de los argentinos.
Si los radicales obramos con responsabilidad y generosidad, si superamos las diferencias, si elevamos las miras, cumpliremos con nuestro deber histórico y más temprano que tarde, con el ejemplo de nuestros estadistas y de nuestros grandes líderes, el radicalismo será el horizonte de la esperanza de los argentinos.
LUCHAR POR LA DEMOCRACIA
Yo me pregunto que nos va quedando de la democracia que conquistamos hace 25 años con ese gran presidente que fue Raúl Alfonsín. Nos va quedando poco, cada vez menos.
Pero no caigamos en el pesimismo que adormece los espíritus. Nunca vamos los radicales a decir como el personaje de Shakespeare, todo está perdido, ha llegado el momento de rezar. No, de ninguna manera: lo que ha llegado es el momento de actuar y de luchar. No vamos a permitir que el gobierno celebre el duelo de la República. El tiempo de la despreocupación, de la indiferencia, del dejarse estar, de dormirse en los laureles ha quedado atrás.
Fue el radicalismo el que condujo el país a la democracia con Raúl Alfonsín, quien ante los intentos de golpe de Estado y los paros generales desestabilizadores dedicó todos sus esfuerzos a salvar el sistema para que las nuevas generaciones pudieran gozar del sistema y vivir en libertad.
Hoy, una vez más somos los radicales, los guardianes de la democracia para salvaguardarla también para los jóvenes actuales y los que vendrán en el futuro.
No nos conformamos con una democracia formal
No nos conformamos con una democracia formal, sin contenido, deteriorada, hecha jirones. El sistema no es solo celebrar elecciones cada dos años. Queremos y exigimos la democracia total. Esta es seguramente, la más grande bandera del momento actual: Reconquistar el sistema democrático para que rija en todo el territorio de la República, en forma permanente y para todos los argentinos.
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